Tenemos en las manos el cuarto libro de poemas de Teresa Ariza. Si en los anteriores transitaba sobre todo por el campo del amor, en este libro evoluciona y se diversifica, sorprendiéndonos con la facilidad para escribir de todo lo que nos importa, con una mirada tan limpia y tan personal que construye una identidad propia.
La mirada del frío nos deleita con una poesía intimista, llena de profundidad y muy hermosa. Escrita desde el corazón. Con la lectura de este libro nadie puede quedarse indiferente. Te entusiasma, te despierta recuerdos, sentimientos, añoranzas. Un poema te gusta y el siguiente aún más.